27 abr 2012

EL CONDE OLINOS.






                       El Conde Olinos.



Madrugaba el Conde Olinos,
mañanita de San Juan,
a dar agua a su caballo
a las orillas del mar.


Mientras que el caballo bebe,
el Conde canta un cantar:
las aves que van volando
se paraban a escuchar
.


    -   Bebe, mi caballo, bebe,
       Dios te libre de mi mal,
       de los vientos de la tierra
       y de la furia del mar.

Desde las torres más altas
la reina escuchando está:
 

   -  Mira, hija, como canta
           la sirenita del mar.

     -  No es la sirenita, madre,
          que esta tiene otro cantar.
          Es la voz del conde Olinos
          que por mí penando está.

     - Si es la voz del Conde Olinos,
          yo le mandaré matar;
          que para casar contigo
          le falta sangre real.

      - ¡No le mande matar, madre,
      no le mande Usted matar;
      que si mata al Conde Olinos
      a mi la muerte me da!


Guardias mandaba la reina

al Conde Olinos buscar.

   - ¡Que lo maten a lanzadas
     y tiren su cuerpo al mar!


La  infantina, con gran pena,
no paraba de llorar.
Él murió a la media noche,
ella, a los gallos cantar.


A ella, como hija de reyes,
la entierran en el altar;
a él, por ser hijo de condes,
unos pasos más atrás.


De ella nació un rosal blanco,
de él nació un espino albar.
Crece el uno, crece el otro,

los dos se van a juntar.

La reina, llena de envidia,
ambos los mandó cortar;
el galán que los cortaba
no dejaba de llorar.


De ella naciera una garza;
de él, un fuerte gavilán.
Juntos vuelan por el cielo,

juntos vuelan, para a par.


Romance Anónimo.



         De ella nació un rosal blanco...






        de él nació un espino albar...







                   De ella naciera una garza...



                  de él, un fuerte gavilán...




                  Estos son los vídeos de este poema:






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